
Han pasado unos días ya, para poner distancia entre el recuerdo de aquel día y las palabras de hoy. La idea era no hacer una crónica en caliente, pero en el momento en que recuerdo aquel 13 de mayo, lo vuelvo a recordar como si estuviese pasando ahora mismo.
Por ponernos en situación, nos situamos en El Álamo (Madrid) en las fiestas de San Isidro. Sábado 18h de una tarde típica de mayo, empieza el espectáculo.

Tras la lectura de un comunicado, sube a las tablas del escenario el trío Sounds Of Broken Souls. La banda está presentando su primer álbum Unwavering Voices, un disco que responde a la necesidad del conjunto de poner música a muchas ideas, pensamientos e historias en clave de Grunge. Sarga, Trama y Urdimbre llenan de música el recinto y con pisada firme empiezan a desarrollar su repertorio.
Es cierto que los encargados de abrir el Festival siempre tienen por delante la complicada tarea de llamar la atención de un público, en ocasiones distraído o que es profano en la materia. Para ellos no había factores en contra, ni mucho menos. Sounds Of Broken Souls son parte de una filosofía que entiende los obstáculos como parte del aprendizaje para crecer personal y musicalmente.
Canciones como «Hole», «Void» o «Bowels» sonaron con una presencia brillante y canción a canción pudimos ver como el disco cobraba vida.
Sarga manejaba las secuencias con gran maestría, sin que se le escapase ninguna de las pistas grabadas en el momento. Atendía al micrófono a los mensajes y al público y transmitía esa sensación de control que tenemos cuando sabemos que las cosas están saliendo de acuerdo al plan establecido.
Lo de Trama es brillante en todos los aspectos, sin duda le dio el empujón que la actuación necesitaba para poder encuadrarla dentro del recuerdo del Festival.
Urdimbre es capaz de que no echemos de menos la figura del bajista de una banda de Rock. Ella rompió el silencio de esa tarde, para que Sounds Of Broken Souls se conviertan en un nombre a tener en cuenta en la escena local y nacional.
Sabía que apostar por el Movimiento Sound Of Broken Souls, era hacerlo sobre seguro y no defraudaron.










El Festival San IsidRock quiere caracterizarse por la variedad de estilos dentro del Rock y para el desafío de esta edición quisimos contar con Jesús Ksavie. Un artista que tenía la misión de aportar los matices Indie a la cita de este año.
Jesús estuvo en La Zona Eléctrica, presentando alguna de sus nuevas canciones y sabíamos que era una pieza necesaria para este puzle.
No es sencillo defender un trabajo original y tan personal como sus canciones, ante una audiencia desconocida, y ante esa tesitura Jesús se ha crecido para dar un gran show. Flanqueado por sus compañeros de armas (musicales) nos regaló una colección de historias cotidianas regadas de Rock sincero y directo.
«El total dominio de mis días», «El gato que observa desde el sillón» o un «Personal Jesus» adaptado para la ocasión, fueron alguna de las canciones que pudimos disfrutar en esta ocasión.
La actuación de Jesús se suma a la lista de conciertos que terminan cuando menos te lo esperas, cuando estás inmerso en la actuación, cada detalle que sale del escenario hace que la percepción del tiempo pase a un segundo plano.
El Rock nacional está necesitado de directos y que salga a la calle para acercarse a aquellos a quienes les gusta el Rock, pero todavía no son conscientes de ello. Puede que Jesús haya salido de la zona de confort que le aportan las salas, para actuar al aire libre. Aunque la verdad es que un artista auténtico como él, tiene su zona de confort allá donde haya un micrófono y alguien delante a quien cantarle.







Casi sin tiempo para asimilar la actuación anterior, los madrileños Krazark llegaban al escenario para iniciar su descarga de Stoner y Desert Rock.
Su disco «Fireflake» está recién salido del horno y necesita escenarios para darse a conocer. Tras estar más de un año en la incubadora está viendo la luz con la energía acumulada durante tanto tiempo. Y estaba claro que venían con ganas de no dejar títere con cabeza en esa incipiente noche de mayo.
La sola presencia de Esteban en el escenario, es un reclamo para el más distraído y en el momento en que libera sus cuerdas vocales los cimientos del recinto reciben su verdadera prueba de resistencia.
Krazark son un grupo llamado a triunfar más allá de nuestras fronteras, por eso debemos aprovechar todas las oportunidades que se nos brindan para asistir a uno de sus conciertos. Creo que son el grupo que más halagos recibió por parte de los allí presentes.
Haciendo honor a la verdad, el sonido del Festival resultó ser espectacular. Ni un acople, ni un instrumento más alto que otro. Las voces nítidas de todas las bandas, y la de Krazark haciendo más notoria su presencia.
Su base rítmica es, sin duda, un engranaje perfectamente ajustado para convertirse en la espina dorsal de un conjunto compacto y de sonido nítido. Con Kiara dominando las seis cuerdas desde una ubicación discreta en el escenario, el resultado de la descarga eléctrica de Krazark fue simplemente espectacular.









Tras muchos tiempo intentándolo, este fue el año de la visita de Básico al Festival San IsidRock. Y es que hablar sobre un directo de Básico es sinónimo de fiesta con letras mayúsculas.
Su último disco hasta la fecha es «Diagnóstico Basicopatía» y no ha visto tantas tablas como se merece, por ese motivo los «basiqueros» aprovechan cada oportunidad que tienen para convertir el disco en carne de escenario.
Y ese era uno de esos días en los que de forma inconsciente necesitas pasarlo bien, disfrutar de ese momento, reirte y perder la vergüenza ante un grupo de adultos bailando «Soy una cuchara… » a ritmo de Rock. A base de esfuerzo y constancia Básico se han convertido en algo más que «la banda de las rancheras» y en esta ocasión volvieron a demostrarlo con canciones cargadas de feeling, interpretadas con la sinceridad que nace desde lo más profundo del alma de un artista. No, no voy a relatar el Set List de esa noche, pero si te digo que no echamos en falta ninguno de sus éxitos y también te digo que bailamos rancheras!
Es genial poder acudir a un concierto de Rock con público de edades comprendidas entre los 7 y los «taymuchos» años, con la normalidad con que se deberían tratar estas cosas, porque el espíritu con el que surge el germen de este Festival es precisamente el de compartir lo mejor de la Música con todos los públicos. Porque, cuando realmente conoces todas las opciones, es el momento en que eres realmente libre para elegir.
Volviendo al concierto, hubo «batalla» de voces, trenecito y ahora que lo pienso me parto de risa al ver a unos cuantos Heavies de manual con sus melenas y sus tatuajes cantando «La de la mochila azul» Y haciendo honor a la verdad, no atinamos un salto final ni queriendo. Tendremos que practicar para la siguiente ocasión. Porque habrá más, muchas más. Básico han confirmado de nuevo que siguen en activo y que nos esperan muchos conciertos más.
No era casual la posición de Básico en San IsidRock 2023, porque quería un broche acorde al esfuerzo que hay detrás de un evento de estas características y quien sabe que pasará mañana, pero (como diría aquel) que nos quiten lo bailado y que el Rock nos acompañe 🤘





