Me cuesta mucho resumir y poner sobre escrito las sensaciones que te puede transmitir una actuación en directo de una banda. Y cuando son dos bandas amigas… mucho más.

La Zona Eléctrica 0243 Worth – La Zona Eléctrica

Ha pasado mucho tiempo desde el último concierto, prefiero no pensar en todo lo que ha ocurrido desde la última vez que tuve ese pitido en los oídos que notas al salir de un concierto en el que tal vez has estado demasiado cerca del escenario. Los astros se han alineado para que pudiésemos ver en concierto a Bárbara Black y Rabia Pérez. Apenas 24 horas antes habíamos estado hablando en La Zona Eléctrica con ellos y se les veía como a unos niños a la espera de estrenar zapatos nuevos. Seguro que les ha costado mucho conciliar el sueño pensando en no dejarse ningún fleco suelto, pero ese mal dormir se vio, seguro, recompensado con el aplauso de un público ansioso de directo.
¿Que puedo decir de esa tarde del sábado 17 de abril en la Sala Opción de Pinto? Si tengo que hablar en términos periodísticos, empezaría por el ligero retraso sobre el horario inicial, las medidas de seguridad de la sala, el lleno absoluto (en términos permitidos) del local, algunos apuntes sobre el sonido… Pero como he dicho muchas veces, no soy periodista a pesar de llevar en este mundo más años que algunos y prefiero deciros lo que vi.
Rabia Pérez salieron a las tabas como el que llega a un semáforo en ámbar, sin intención alguna de pisar el freno. Hicieron vibrar hasta al más despistado con un gran resumen de sus temas. No voy a negar que tenía mucha curiosidad por ver cómo defendía Korpa unas canciones que no son suyas, en una nueva banda fuera de su «zona de confort». Las dudas tardaron en disiparse los 22 segundos de intro instrumental de Inmortal, a partir de ahí te das cuenta de que Rabia Pérez y Korpa son una simbiosis musical, que poco necesita para rozar la perfección.
Sobre el escenario parecía no haber problemas de sonido, ni espacio, ni de iluminación. Fátima iluminó la noche de Pinto con la sonrisa más sincera del metal nacional. Disfrutó casa segundo de la actuación y lo transmitió a un público entregado, dentro de las limitaciones sanitarias. Korpa es un artista que adapta a cualquier situación para ofrecer un espectáculo soberbio. Gaby y Mau a las guitarras supieron plasmar en el escenario el enorme trabajo detrás de las canciones de la banda y Edu aportó litros de de contundencia que vertebraba a la banda. Mención propia merece Xavi, que exprimió hasta la última nota su bajo.
Fue rápido, muy rápido su paso por el escenario. Pero la noche no había hecho más que empezar.




Bárbara Black nos habían prometido un espectáculo digno de hacer merecer la espera. Su nuevo disco Love, Death and Flies no ha tocado tanto escenario como se merece y la banda había preparado con mucho mimo el asalto de esta noche. Siendo el mismo escenario, el grupo supo adaptarse, como si llevasen haciendo esto toda la vida.

Es de agradecer la producción que han preparado para este directo, y como han estado atentos a todos y cada uno de los allí presentes. No sabría decir con que canción quedarme de todo el directo. Hubo oportunidades para que todos los artistas subidos a ese escenario pudiesen lucirse en más de una ocasión. Pero si alguien se ha lucido, sin deslumbrar a los demás ha sido Bárbara. Tan solo con su presencia llena la sala y su voz característica inunda el ambiente de manera sublime.
Nitro había prometido «reventar» la batería y casi lo consigue, sin duda es de los que mejor se lo pasó (o al menos así lo notamos).
Todo un detalle el cierre de la gala, invitando al escenario a Fátima Pérez, Beka Bioskes y Red Trysha, demostrando que la escena del Metal goza de buena salud.





Fue una noche para reencontrarse con amigos y para retomar la tan ansiada nueva normalidad. Que el Rock Nos Acompañe!